¿Creó Dios el universo y la Tierra al mismo tiempo?

La pregunta de la semana: ¿Cómo responder a escépticos como Michael Shermer que afirman que la Biblia se equivocó desde el primer versículo? Señalan que Génesis 1:1 afirma que Dios creó tanto el universo como la tierra en el principio. Las observaciones astronómicas establecen que la Tierra no se formó hasta más de nueve mil millones de años después del origen del universo. ¿Realmente la Biblia cometió un error tan importante en su primera frase?

Mi respuesta: Casi todas las Biblias en inglés (y en español) traducen Génesis 1:1 del original hebreo como «En el principio Dios creó los cielos y la tierra». Es fácil ver cómo los lectores de inglés (y español) del siglo XXI interpretarían que «los cielos y la tierra» se refieren al universo y a nuestro planeta.

Mi primera lectura seria de la Biblia tuvo lugar al mismo tiempo que intentaba dominar el francés. Debido a su reducido vocabulario, el francés es una lengua cargada de modismos. Sabiendo que el hebreo bíblico es también una lengua con un vocabulario reducido, preveía que también tendría modismos. Por eso, cuando vi la frase «los cielos y la tierra» en la declaración inicial del Antiguo Testamento, me pregunté qué significaba esta frase en el contexto del hebreo bíblico. Esta curiosidad me motivó a leer el resto del Antiguo Testamento para ver cuántas otras veces aparece esta frase y cómo se usa en esos casos. También tenía curiosidad por saber si alguna de las traducciones al inglés (y al español) del Antiguo Testamento que yo conocía utilizaba alguna vez la palabra «universo» y, de ser así, dónde.

En mi búsqueda, nunca encontré la palabra «universo» en ninguna traducción al inglés (y al español) del Antiguo Testamento. Por lo tanto, sospeché que el hebreo bíblico carecía de una palabra cuya única y explícita definición fuera «universo». Esa sospecha resultó ser correcta. Aunque el hebreo bíblico tiene una palabra, shamayim, que podría referirse al universo, esa palabra no lo hace de forma explícita e inequívoca. Según Theological Wordbook of the Old Testament, palabra de referencia 2407a,1 el uso de shamayim se divide en dos grandes categorías: (1) los cielos físicos, que producen lluvia, nieve, rocío y escarcha y albergan el sol, la luna, los planetas y las estrellas; y (2) los cielos como la morada de Dios. Por lo tanto, no es de extrañar que una frase bíblica hebrea traducida como «los cielos y la tierra» sea un modismo para el universo físico.

Encontré que la frase, ha-shamyaim we-et ha-‘eres, traducida como «los cielos y la tierra» aparecía en otros nueve pasajes del Antiguo Testamento: Éxodo 20:11, Éxodo 31:17, Deuteronomio 4:26, Deuteronomio 30:19, Deuteronomio 31:28, 1 Crónicas 29:11, Jeremías 23:24, Jeremías 32:17, y Hageo 2:21. En estos nueve textos, además de Génesis 1:1, el uso deha-shamyaim we-et ha-‘eres implica que se refiere a toda la realidad física: la totalidad de la materia, la energía, el espacio y el tiempo. En otras palabras, se refiere al universo. Por lo tanto, Génesis 1:1 no dice que nuestro planeta y el universo fueran creados al mismo tiempo.

¿Existen textos bíblicos que hacen una distinción entre el reino estelar y el planeta Tierra? Sí: Nehemías 9:6, Salmos 102:25, Isaías 40:12, Isaías 40:22, Isaías 42:5, Isaías 45:12, Isaías 45:18, Isaías 48:13, Isaías 51:6, Isaías 51:13, Isaías 51:16, Jeremías 4:23, Jeremías 4:28, Jeremías 10:12, Jeremías 31:37, Jeremías 51:15, Daniel 6:27, Joel 2:10, Joel 2:30, Zacarías 12:1. Ninguno de estos veinte pasajes bíblicos afirma o da a entender que el reino estelar y la Tierra tengan un origen común. Cuatro de estos textos, Isaías 45:12, Isaías 45:18, Isaías 48:13, y Isaías 51:16, describen la creación de los cielos y la formación de la Tierra por parte de Dios como dos acontecimientos separados.

Notas

R. Laird Harris, Gleason L. Archer, and Bruce K. Waltke, eds., Theological Wordbook of the Old Testament (Chicago: Moody Bible Institute, 1980), 935–936.