¿Por qué el ateísmo es tan popular entre los científicos?
La pregunta de la semana: ¿Por qué el ateísmo es tan popular en la ciencia hoy en día?
Mi respuesta: Sólo un pequeño porcentaje de investigadores científicos se identifican como ateos. De los que lo hacen, la mayoría -cuando se les presiona para que definan lo que entienden por ateísmo- resultan ser deístas o agnósticos. En mi libro, More Than a Theory [Más que una teoría], cito extensas encuestas sobre las creencias teológicas de los investigadores científicos realizadas en 1916 y 1996. Ambas mostraron que alrededor del 40% creen en Dios y en una vida después de la muerte. Evidentemente, el avance de los descubrimientos y la comprensión científica no ha provocado ningún cambio en las creencias teológicas de los científicos. Sin embargo, una de las razones por las que los laicos piensan que el ateísmo es tan popular entre los científicos es que los pocos científicos que son verdaderos ateos tienden a ser muy ruidosos y reciben mucha atención de los medios de comunicación. Por esta razón, en Reasons to Believe [Razones para Creer] estamos haciendo lo que podemos para equipar y entrenar a los científicos que son cristianos para que sean más públicos acerca de su fe y más activos en traer a sus pares científicos a la fe en Cristo.
Hay una correlación significativa que se aplica no sólo a los científicos, sino a la población en general. El porcentaje de la población que se identifica como ateo, agnóstico o nones (sin afiliación religiosa) ha aumentado en proporción directa al porcentaje creciente de la población que vive en ciudades grandes y altamente urbanizadas. Las personas que viven en grandes ciudades urbanizadas están mucho más aisladas de las aves y los mamíferos salvajes que el resto de la población. Como explica el libro de Job, Dios diseñó las aves y los mamíferos para enseñarnos a los humanos varias lecciones espirituales cruciales. Las personas que no están expuestas adecuadamente a estos animales no experimentarán estas lecciones. La lección para nosotros, los cristianos, es acercarnos a nuestros amigos y socios urbanizados y llevarlos a zonas silvestres donde el libro de la naturaleza de Dios puede hablarles más directa y claramente.