¿Tiene el universo un propósito?

La vida está llena de grandes preguntas. Y una de las más comunes es ésta: ¿Tiene el universo un propósito?

En 2012, la Fundación Templeton planteó esta pregunta eterna al astrofísico y divulgador científico Neil deGrasse Tyson. En el siguiente vídeo, explica su respuesta mientras un vídeo animado dibujado a mano ilustra sus ideas.

Entonces, ¿tiene el universo un propósito? Según Tyson, “no está seguro”, pero dice que “cualquiera que exprese una respuesta más definitiva a la pregunta está pretendiendo acceder a un conocimiento que no se basa en fundamentos empíricos”. Sin embargo, al final del vídeo afirma que “los argumentos en contra [de tener un propósito] [having a purpose] son fuertes y visibles para cualquiera que vea el universo tal y como es y no como desean que sea”.

Espero que mi respuesta al vídeo de Tyson te resulte útil para relacionarte con otras personas que sostienen un punto de vista similar. Creo que su respuesta a la pregunta muestra una lógica enrevesada y un razonamiento selectivo (falacia de apilar la baraja o apilar la cubierta). He aquí cómo.

Tres ejemplos de razonamiento contradictorio

En primer lugar, aunque Tyson dice que no está completamente seguro de que el universo tenga un propósito, sin embargo, presenta un caso con propósito de por qué cree que es probable que el universo no tenga propósito. En otras palabras, si el universo carece de propósito, ¿cómo puede Tyson elevarse por encima de esa falta de propósito cósmico y presentar un caso con tanto propósito (una presentación que refleje propósito y significado)? C. S. Lewis razonó en su libro Mero Cristianismo que las criaturas sin sentido (o sin propósito) nunca sabrían o descubrirían que no tienen sentido (sin propósito) porque tal descubrimiento sería profundamente significativo (o con propósito).1

En segundo lugar, Tyson parece insinuar que es arrogante y erróneo confiar en fuentes que no están basadas o fundamentadas en la ciencia (“fundamentos empíricos”). Pero los supuestos necesarios de los que depende la ciencia -como la verdad y la fiabilidad de la lógica y las matemáticas- no se derivan empíricamente. En otras palabras, la propia ciencia depende de verdades no científicas.

En tercer lugar, Tyson afirma que es obvio para cualquiera que no tenga una agenda de su visión del mundo que el universo no tiene propósito. Pero Tyson no parte de una posición objetiva y neutral para hacer tal afirmación porque también tiene una agenda que proviene de su cosmovisión.

Tres ejemplos de razonamiento selectivo

El razonamiento selectivo (también conocido como la falacia de apilar la baraja) tiene lugar cuando un argumentador apela sólo a las pruebas que favorecen su posición e ignora la contraevidencia.

En primer lugar, Tyson dice que las cosmovisiones religiosas se han equivocado en cuestiones cosmológicas. Pero ignora o desconoce que la cosmovisión cristiana dio origen históricamente a la preciada empresa científica y que los supuestos filosóficos en los que se basa la ciencia encajan bien en la cosmovisión judeo-cristiana.

En segundo lugar, Tyson ignora o desconoce que el teísmo cristiano posee mayor poder explicativo y alcance que el naturalismo ateo. Al contrario que el naturalismo ateo, el teísmo cristiano ofrece una explicación plausible de la vida, la belleza, la lógica, las matemáticas, la conciencia, la moral, el enigma humano, el principio y la inteligibilidad del universo y mucho más.

En tercer lugar, Tyson menciona los aspectos aparentemente caóticos e inhóspitos del cosmos que parecerían validar la falta de propósito. Pero, ignora los elegantes y estéticos elementos matemáticos del universo y las exquisitamente afinadas constantes de la física que son sorprendentemente inteligibles para la mente humana.

Moraleja

Los argumentos de Neil deGrasse Tyson para dudar de que el universo tenga un propósito reflejan una lógica enrevesada y un razonamiento selectivo. Todas las personas, independientemente de su posición en la vida, deben someter su pensamiento a las leyes universales de la lógica. Aunque Tyson tiene una formación especializada en ciencia, su razonamiento refleja evidentes debilidades en la lógica, la filosofía y la visión del mundo.

Reflexiones: Tu turno

¿Has visto el vídeo de Tyson? Si es así, ¿qué te ha parecido su razonamiento? Visita Reflexiones en WordPress para comentar tu respuesta.

Notas
  1. C. S. Lewis, Mere Christianity (New York: MacMillan, 1952), 45–46.